Genial. Para eso tenemos las políticas de salida.
Cada repetidor Tor tiene una política de salida que especifica qué tipo de conexiones salientes serán permitidas o denegadas.
Las políticas de salida son propagadas a los clientes Tor mediante los directorios, así los clientes evitan elegir repetidores que no permitirían llegar a su destino.
De esta forma cada repetidor puede elegir qué servicios, destinos y redes quiere permitir, basándose en el potencial para el abuso o en otros criterios.
Consulta la entrada sobre los problemas que puedes encontrar si utilizas la política de salida por defecto y después lee los consejos para ejecutar un repetidor de salida con las mínimas molestias de Mike Perry.
La política de salida por defecto permite el acceso a muchos servicios populares (navegación web), pero impide algunos otros debido al potencial para el abuso (correo) y otros para los que la red Tor no está diseñada para aguantar (P2P, bittorrent, etc).
Puedes cambiar la política de salida editando el archivo torrc.
Si quieres evitar la mayor parte, si no todo, el potencial para el abuso, ajústalo a "reject *:*".
Este ajuste significa que tu repetidor será usado para retransmitir tráfico dentro de la red Tor, pero no para conexiones a sitios web externos u otros servicios.
Si permites conexiones de salida, asegúrate de que la resolución DNS funciona (es decir, que tu ordenador puede resolver correctamente las direcciones de Internet).
Si hay recursos a los que tu ordenador es incapaz de conectar (por ejemplo, estás detras de un cortafuegos restrictivo o de un filtro de contenidos) por favor, recházalos de forma explícita en tu política de salida, de lo contrario los usuarios de Tor se verán afectados también.