Los criminales ya pueden hacer malas cosas.
Como tienen la voluntad de romper la ley, ya tienen montones de opciones disponibles que proveen mejor privacidad que la de Tor.
Pueden robar teléfonos celularers, usarlos, y tirarlos en una zanja;
pueden forzar su ingreso a ordenadoers en Corea o Brasil y usarlos para lanzar actividades abusivas;
pueden usar spyware, virus, y otras técnicas para tomar el control de literalmente millones de máquinas Windows alrededor del mundo.
Tor aspira a proporcionar protección a la gente común que respeta la ley.
Ahora solo los criminales tienen privacidad, y eso tiene que cambiar.
Algunos defensores del anonimato explican que solo es un compromiso — aceptar a los malos usos por los buenos — pero hay más que eso.
Los criminales y otras malas personas tienen la motivación para aprender cómo obtener un buen anonimato, y muchos tienen la motivación de pagar bien para lograrlo.
Siendo capaz de robar y reutilizar las identidades de víctimas inocentes (robo de identidad) lo hace aún más fácil.
Las personas normales, por otro lado, no tienen el tiempo o dinero para gastar averiguando como obtener privacidad en línea.
Este es el peor de todos los mundos posibles.
Pues sí, los criminales pueden usar Tor, pero ya tienen mejores opciones, y parece poco probable que sacando a Tor del mundo los disuadirá de hacer sus malas cosas.
Al mismo tiempo, Tor y otras medidas de privacidad pueden combatir al robo de identidad, a crímenes físicos como el acoso, y demás.